"Dile no a la violencia contra las mujeres"
El Molino de Pérez fue escenario del lanzamiento de una campaña
cuyo lema es “La violencia contra las mujeres es inaceptable. Dile no!”,
iniciativa de la Cámara Uruguaya de Fabricantes de Pastas conjuntamente con Latinas en
Toronto.
Lo que
distingue a esta campaña de otras no es solo el compromiso empresarial que la
sustenta, sino que su mensaje aparece desplegado en las vidrieras de fábricas
de pastas, en las camisetas de quienes las elaboran y despachan y entra a los
hogares a través de las cajas que las contienen. Todos esos elementos, a los
que se suma folletería, remiten a una página web que propone a las mujeres en
situaciones de violencia un mano a mano para entender lo que les pasa y por
qué, les brinda información sobre los recursos de orientación y apoyo
disponibles y les cuenta cómo utilizarlos, entre otros amigables aportes.
Latinas en Toronto es una expresión del esfuerzo que están haciendo
algunas mujeres y también algunos hombres de la comunidad latina de esa ciudad
canadiense, para desarrollar un Observatorio que permita conocer mejor la
realidad de las mujeres que la integran, al mismo tiempo que incidir en las
realidades de sus países de origen.
Al trabajo conjunto de ambas entidades se deben la concepción y
desarrollo de la campaña Dile no! a la violencia, que se presentó en sociedad
con la participación de autoridades nacionales y departamentales y activistas.
En este último rubro hay que contabilizar a pasteros y pasteras, quienes con su
abundante presencia en el Molino de Pérez confirmaron el entusiasmo por la
iniciativa, que cuenta con el apoyo del Banco de Previsión Social (BPS), fue
declarada de interés ministerial por el Ministerio de Desarrollo Social (Mides)
y de interés nacional por Presidencia de la República , y cuenta con
las adhesiones de los ministerios del Interior, de Trabajo y Seguridad Social y
de Turismo y Deporte.
Compromiso empresarial
Gustavo Capalvo, actual presidente de la CUFP , reveló en la
presentación de la campaña un detalle que no siempre se tiene en cuenta: “En las fábricas de pastas se
procesan los alimentos a la vista del público y eso mismo nos coloca en una
situación de cercanía muy especial. De esta manera, somos testigos
involuntarios de la vida de las personas que nos visitan. El relacionamiento a
veces dura más de 50 años. Se ve crecer y madurar a la gente…”, dijo graficando el poder de llegada al
público de estos establecimientos comerciales que también integran una
red social. Capalvo, para quien la violencia de género es“un mal que afecta
la vida y dignidad de todos”, es
consciente de que el cartel de la campaña que lucen en sus vidrieras las
principales pasterías compromete personalmente a sus responsables.
“Aluciné con las cajas…” reconoció Yenny Escobar, integrante de la
militante organización Mujeres de Negro, desde la sociedad civil. “¿Quién no cocina pastas en los
hogares uruguayos? Las que sufren se van a sentir reconfortadas…” agregó, reclamando que la CUFP no sea la única sino
apenas la primera de una serie de compromisos empresariales similares al suyo.
Las intervenciones de Fernando Figueredo, ex presidente de la CUFP y director de la campaña
Dile no!, y el mensaje de Latinas en Toronto, responsables del diseño
comunicacional y la producción de la misma, que fue leído en Montevideo por
Mónica Calvar, titular de la fábrica de pastas “La Sin Rival ”, generaron
fuerte impacto en la supernumeraria audiencia y también en quienes integraban
el panel. Sus tramos principales se reproducen en sendos recuadros de estas
páginas.
Un cambio cultural
Advirtiendo que se trata de un hecho inédito, Ernesto Murro,
presidente del BPS, expresó su sentimiento respecto del impacto de la campaña: “Cuando la persona se encuentre
con la caja en la heladera o la abra para poner la pasta en la olla, se
verificará un golpe muy fuerte a la conciencia humana”.
Tampoco ese aspecto le pasó desapercibido al director de la Policía Nacional ,
inspector principal Julio Guarteche, quien afirmó: “Las iniciativas del Ministerio
del Interior empalidecen ante esta, porque esta significa un cambio cultural”.
Desde el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), su
directora Beatriz Ramírez reconoció que “estamos
lejos de poder decir que no existe una muerte más” por violencia contra las
mujeres, pero reivindicó avances en la materia. Entre ellos, los 16 servicios
oficiales de atención a las víctinas que existen en el país, a los que se suman
los móviles que atienden las necesidades de pequeñas poblaciones; las casas de
medio camino por convenio entre Inmujeres y el Instituto Nacional de la Niñez y Adolescencia del
Uruguay (INAU), destinadas a las mujeres en proceso de salida de situaciones de
violencia doméstica; los 103 grupos de referencia en materia de violencia
doméstica que funcionan en los servicios de salud del país; las 31 unidades
policiales especializadas en violencia de género creadas por el Ministerio del
Interior (MI); las Comuna Mujer, programa de la Intendencia de Montevideo…
Al tiempo de agradecer a la CUFP y a Latinas en Toronto por la iniciativa,
Ramírez valoró su poder de “poner
estos temas en la comunidad”, porque
sin eso“no van a alcanzar las políticas públicas”.
Ministro Olesker: hay que hacer visible al
agresor
Encargado de cerrar la presentación de la campaña, el ministro de
Desarrollo Social Daniel Olesker, hizo énfasis en que la violencia contra las
mujeres es “un tema de
ejercicio del poder, un ejercicio abusivo que debe ser combatido”.
Coincidiendo con Ramírez en que hubo avances en los últimos años,
evaluó que todavía se está muy lejos de resolver el problema. “El aumento
de las denuncias por violencia de género es un éxito de las políticas puestas
en práctica, porque expresa la mayor confianza de la gente en la respuesta de
las instituciones. Pero también es expresión del aumento de la violencia
interpersonal”, afirmó el
jerarca convocando a pensar en cómo seguir, al tiempo que recordaba que una de
las 15 medidas para la convivencia enunciadas por el gobierno nacional está
expresamente referida a la violencia de género.
“Desde el Estado se crean condiciones institucionales
objetivas para enfrentar el fenómeno. Pero hay otra parte subjetiva que tiene
que cambiar por iniciativas como la que estamos presentando. La sociedad tiene
que culpar al agresor, identificarlo, hacerlo visible… Hace falta que se
empiecen a comprender los hechos que llevan a la violencia física, como la
desvalorización, la afectación patrimonial, etc. y que hay que actuar en el
momento para cortar la secuencia”, afirmó Olesker, evaluando respecto de la
campaña de la CUFP
y Latinas en Toronto no solo el qué sino también el cómo: “la camiseta, la caja, la web…”.